En Cancún pasan muchas cosas raras, una de ellas es la próxima celebración de un evento llamado "Mi 2020". Se trata de un minievento (cupo limitado) de micrófono abierto en uno de los espacios más fregones y alternativos de dicha ciudad, La Carpita Teatro, pero el open mic se llevará a cabo presuntamente en La Carpita Café

En entrevista con Tam Vanum Noticias, un afamado psicólogo raro de nombre Juan Rosales, a quien le apodan "el rudo onírico", preguntó:  "¿Quieres pertenecer a mi club de la horchata?"; a lo que nuestro reportero, asustado por la mirada enloquecida de Rosales, dijo: "Como usted guste señor... como usted, diga". 

Rosales explicó que para pertenecer al club de la horchata es necesario comprender la ruta ideal de la "ultraviolencia", término que asociamos con la película La Naranja Mecánica, de la cual parece que Rosales recibió influencia. 

Añadió que uno de los primeros pasos para comprender la ruta ideal de la ultraviolencia no es, como se pensaría tal vez, volverse malo, sino que por el contrario, es abrazar cierto tipo de espiritualidad mediante una "introspección profuuunda-da-da". Para ello, recomendó, el también músico y escritor y coach de la espiritualidad, que uno se inicie mediante un ejercicio de catarsis en voz alta. 

El rudo onírico entonces invitó al público a sumarse a la iniciativa del open mic Mi 2020, pues dijo: "Asistir al micrófono abierto Mi 2020, es una oportunidad para conocer las formas de expresión de otros seres humanos, y así darnos cuenta que nosotros mismos no somo tan ridículos, o, como dice una canción de Intocable: y la verdad es que no soy tan fuerte como lo pensaba". 

El psicólogo raro, coautor junto con Alicio Bonito y otros dos, del absurdo libro Confinados a dudar, es uno de los invitados especiales del open mic Mi 2020 [registrarse], y es quien se encargará de dar acompañamiento musical a cada uno de los participantes que así lo desee. Él comentó: "Estoy ansioso por pasarla poéticamente bien contigo el viernes 13", y se echó una estruendosa carcajada malvada, ante lo cual nuestro compañero reportero huyó despavorido.